Cuando no existe compromiso, las circunstancias son el perfecto pretexto para decir: “lo intente, pero pues no se pudo”, “será para la otra”, “hicimos lo que pudimos” …

Kenneth Blanchard decía que hay una diferencia entre interés y compromiso. Cuando estás interesado en hacer algo, haces que pase sólo cuando es conveniente.

Sin embargo, cuando estás comprometido con algo, no aceptas excusas. La única opción que aceptas es que ocurra.

El valor del compromiso es lo que nos ayuda a convertir una promesa en realidad a pesar de las adversidades, nos hace esforzarnos al máximo para conseguir los objetivos, planeando el camino que vamos a seguir.

El interés se relaciona con la motivación y pasión que se tienen por nuestro sitio de trabajo, si es genuino se traduce en un mejor desempeño y en una mayor satisfacción personal.

Con dinero o sin dinero, con estudios o sin ellos, con experiencia o sin experiencia, una persona comprometida hace lo que dice que va a hacer. Que importante es ser comprometidos e íntegros con nosotros mismos.

Una persona íntegra es aquella que siempre hace lo correcto sin afectar los intereses de otros individuos, eso vale oro.

Debemos tener claras las diferencias:

El interés viene de la inercia. “Es fácil, gratis, ilimitado y efímero”.

El compromiso viene de la conciencia. “Es difícil, cuesta, limitado y sostenido“.

No puedes subir al monte Everest solo con interés, no puedes correr un maratón solo por interés, no puedes lograr alcanzar las metas solo con interés, es fundamental el compromiso.

No se puede tener un negocio con resultados increíbles solo con interés…

¿Y tú, estás generando equipos de trabajo comprometidos con tu estación de servicios?

Les mando un saludo colegas gasolineros,
Su amigo MARIANO GUTIÉRREZ MEJÍA.